Tintín y la actualidad internacional

Una memoria sobre las alusiones a la actualidad internacional en las Aventuras de Tintín

por Nicolas Sabourin
© 1996

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Sous-marin


ÍNDICE


INTRODUCCIÓN

  1. La metáfora europea: Sildavia y Borduria
  2. La metáfora latinoamericana: San Theodoros
  3. Las alusiones directas

CONCLUSIÓN


ANEXOS

Anexo I: Viñetas de El cetro de Ottokar.

Anexo II: Viñetas de El asunto Tornasol.

Anexo III: Viñetas de La oreja rota, fotografía de Basil Zaharoff.

Anexo IV: Viñetas de Tintín y los pícaros.

Anexo V: Viñetas de Tintín en el país de los soviets.

Anexo VI: Viñetas de El loto azul.

Anexo VII: Viñetas de Tintín en el país del oro negro.


NOTAS


BIBLIOGRAFÍA




INTRODUCCIÓN


En 1929 Hergé creó a Tintín, ese pequeño héroe que iba a vivir toda clase de aventuras a lo largo de los cincuenta años siguientes. Hoy su éxito se extiende mucho más allá de las fronteras de los países francófonos: los álbumes se han traducido a unas cuarenta lenguas y se han vendido por millones en todo el mundo. Demasiado a menudo se hace referencia a la "universalidad" y la "intemporalidad" del personaje para explicar el fenómeno. Pero ha de tenerse en cuenta que Tintín ha atravesado medio siglo de conmociones históricas. Acontecimientos cruciales han convulsionado las mentalidades y modificado el paisaje político, social y económico del planeta. Exactamente igual que cualquier otro ciudadano belga, Hergé ha tenido que ser forzosamente testigo o actor de estos acontecimientos de actualidad.

Por eso cabe preguntarse hasta qué punto Hergé ha reflejado en su obra lo que sucedía a su alrededor. ¿Ha abordado la actualidad internacional en Las Aventuras de Tintín? A lo largo de los álbumes hay indicios más que suficientes para presumir que ese ha sido efectivamente el caso. Sea a través de "metáforas geopolíticas", sea a través de alusiones más directas, todo conduce a pensar que Hergé ha tenido efectivamente en cuenta la actualidad internacional, y eso es lo que intentaremos demostrar.

Primero examinaremos la "metáfora europea" que Sildavia y Borduria constituyen. A continuación nos asomaremos a San Theodoros, la "metáfora latinoamericana". Para terminar nuestro análisis estudiaremos las alusiones directas a la situación internacional en tres álbumes de Tintín. Estaremos entonces en condiciones de probar la hipótesis que acabamos de proponer.


1. La metáfora europea: Sildavia y Borduria


Una de las particularidades de Las Aventuras de Tintín es la utilización de países ficticios, creados de arriba abajo por Hergé. El conjunto formado por Sildavia y Borduria, dos pequeños Estados de Europa del Este, es sin duda la más lograda de estas invenciones. Hergé los convierte en escenario de muchos episodios y les da un realismo sin parangón en la serie. Lejos de ser simples decorados, estas "metáforas" europeas sirven para ilustrar dos periodos cruciales del siglo XX.


El complejo Sildavia-Borduria hace su entrada en el mundo de Tintín en 1938, en el álbum El cetro de Ottokar. Ese año, un suceso de importancia capital acaba de producirse: el Anschluss, la anexión de Austria por la Alemania nazi, eslabón lógico de una cadena de acontecimientos iniciada en 1933, cuando los nacionalsocialistas toman el poder y proceden a la instauración de un régimen totalitario en Alemania. Su actitud frente a Austria se muestra ya a las claras en 1934, provocando los nazis un golpe de Estado y siendo responsables del asesinato del canciller austríaco Dolfuss. Alemania emprende por entonces la reconstrucción de su ejército y la remilitarización de Renania. En noviembre de 1936 el eje Roma-Berlín está constituido, estrechándose así el cerco en torno a Austria. A mediados de febrero de 1938, Schussnigg, sucesor de Dolfuss, recibe un ultimátum de Alemania, que exige la liberación de todos los nazis encarcelados y el nombramiento del también nazi Seyss-Inquart como Ministro del Interior. El canciller reacciona organizando un referéndum sobre la independencia austríaca para contrarrestar las pretensiones territoriales de Hitler, pero debido a las presiones de Goering, Schussnigg se ve obligado a dimitir, el referéndum es anulado y Seyss-Inquart toma las riendas del país. La suerte de Austria está echada: Seyss-Inquart pide ayuda a Alemania para "restablecer la paz y el orden y evitar un baño de sangre", y las tropas alemanas ocupan el territorio austríaco sin resistencia alguna; es el 11 de marzo de 1938. Dos días más tarde se produce formalmente la anexión (Anschluss) a Alemania, convirtiéndose Austria en provincia del Reich. Los meses siguientes contemplan el despiece de Checoslovaquia, la anexión de Albania por parte de Italia y la brutal invasión de Polonia. No hay nada ya que impida una abierta situación de guerra a partir del 3 de septiembre de 1939.

Hergé es testigo de todos estos acontecimientos y narra en El cetro de Ottokar un Anschluss frustrado. El relato comienza a publicarse el 4 de agosto de 1938, cuando todavía el suceso es reciente. Por lo que a Sildavia se refiere, su situación se puede relacionar con la de tres países de los que resulta ser la síntesis. En primer lugar, la presencia de una "quinta columna" infiltrada que mediante el robo del cetro pretende desestabilizar el país, y de un complot encaminado a posibilitar su posterior invasión, recuerda el triste caso de Austria. También se encuentran analogías con Polonia, cuya suerte tal vez Hergé presintiera: son señalables a este respecto los conflictos seculares con Borduria, a imagen de los que enfrentaban a Polonia y Alemania, o el hecho de tener frontera común con Checoslovaquia y Alemania conforme a la ruta aérea que sigue Tintín, además de similitudes lingüísticas y arquitectónicas bien visibles. Finalmente, ciertos elementos eslavos, la geografía y la historia de Sildavia la aproximan a Rumanía: este país, en efecto, fue una monarquía durante el periodo de entreguerras, y había en él un partido fascista denominado "Guardia de Hierro", muy próximo por tanto a la "Guardia de Acero" sildava. Por lo que hace a Borduria, su parecido con Alemania es notable. Ha invadido Sildavia repetidamente en el pasado, como hizo Alemania con Polonia. Además, el nombre del jefe del partido probordurio, la "Guardia de Acero", es enormemente revelador: Müsstler, combinación evidente de Mussolini y Hitler. El uniforme del coronel Boris recuerda a los uniformes de las SS (véase anexo 1a). Finalmente, los aviones bordurios, tan parecidos a los famosos cazas Messerschmitt 109 (B, C o D), no sólo llevan en el fuselaje un criptograma geométrico que recuerda a la esvástica (véase anexo 1b) sino que además se dice de ellos en la versión en blanco y negro del álbum que han sido fabricados por Heinkel, empresa alemana de armamento. Todos estos elementos no pueden ser fruto del azar, sino, por el contrario, indicios dejados por Hergé para desvelar a los lectores atentos la verdadera significación de esta aventura de Tintín: la denuncia del Anschluss.


Sildavia y Borduria vuelven a estar presentes en El asunto Tornasol, aventura que va apareciendo entre 1954 y 1956. El mundo ha cambiado mucho en los veinte años transcurridos desde El cetro de Ottokar: la guerra fría, en curso desde hace casi una década, está en su apogeo. Desde 1946 la URSS se asegura la sumisión de los países de Europa del Este imponiendo en ellos, de grado o por fuerza, regímenes comunistas: tal fue el caso del golpe de Praga en 1948. En 1949 el bloqueo de Berlín, la división de Alemania y la creación de la OTAN profundizan las fisuras ya abiertas. En 1950 estalla la guerra de Corea, primera confrontación directa entre los dos bloques, que dura hasta 1953. Por ambos lados la situación es tensa. En Estados Unidos el macartismo hace estragos, dando lugar a la caza de brujas contra los comunistas. En la Unión Soviética la muerte de Stalin en 1953 no produce cambios inmediatos: el proceso de "desestalinización" no comenzará hasta 1956, impulsado por Kruschev. En 1955 los Estados integrantes del bloque comunista firman el Pacto de Varsovia. Al año siguiente las tropas soviéticas acaban brutalmente con el movimiento de liberación que ha surgido en Hungría. Paralelamente a todos estos acontecimientos, la carrera de armamentos es febril; se busca el mantenimiento del "equilibrio del terror". En agosto de 1949 los soviéticos realizan su primera prueba nuclear. El presidente norteamericano Truman reacciona anunciando su decisión de fabricar una bomba de hidrógeno, la bomba "H", con un poder de destrucción mil veces mayor. En 1952 comienzan los ensayos americanos, pero son los soviéticos los primeros en hacer estallar la bomba "H" en agosto de 1953. En el transcurso del año siguiente lo hacen los norteamericanos, con una bomba netamente más potente. Se busca por todos los medios no dejarse adelantar por el enemigo, y para ello el espionaje es vital. En suma, la tensión es vivísima y el menor incidente podría ser la chispa que hiciese saltar el polvorín.

Hergé es testigo de su época y prueba a sacarla a escena en su obra. Benoît Peeters escribe:
No olvidemos que es en 1954 cuando la historia comienza a publicarse en la revista Tintin, y que la guerra fría está en todo su apogeo. La pareja Sildavia/Borduria podrá fácilmente convertirse en adecuada representación del enfrentamiento de los dos bloques, como en otro momento había sido símbolo del conflicto entre las democracias occidentales y la Alemania hitleriana1.
En El asunto Tornasol Sildavia y Borduria han cambiado mucho: ahora se enfrentan en un escenario cuyos elementos principales son la guerra fría y la carrera de armamentos. Para empezar, los dos países intentan hacerse con la nueva arma de Tornasol y destacan espías en Moulinsart, lo que evidentemente no puede menos que recordar el contexto que acaba de describirse. Además, los incidentes fronterizos, como el desvío del avión en el que viaja Tornasol, evocan manifiestamente el estado de cosas propio de la guerra fría, en particular la tensión entre las dos Alemanias. En este álbum la visita de Tintín a Borduria hace posible que podamos estudiar con mayor detalle las características del país. Son varias las razones que nos permiten situarlo sin duda posible en el bloque comunista. Para empezar, tanto el culto a la personalidad del presidente Plekszy-Gladz como la obsesiva presencia de sus bigotes (véase anexo 2a) reflejan la devoción, con la que Kruschev todavía no ha acabado, hacia la figura de Stalin. Además, los "guías-intérpretes" que vigilan a Tintín y a Haddock, las armas de calidad dudosa y la arquitectura perteneciente al estilo del realismo socialista (véase anexo 2b)sitúan muy claramente a Borduria entre los países de la Europa del Este. Sobre esa base se puede presumir que, como contrapartida, Sildavia representa el papel de aliado de Occidente. Resumiendo, Borduria y Sildavia son respectivamente metáforas de los regímenes del Este y del Oeste, y Hergé las sitúa en un escenario directamente inspirado en la guerra fría que infecta aquellos años. Sin embargo, si es que hay denuncia de la situación, ésta es mucho más atenuada, según Frédéric Soumois: "La similitud de sus preocupaciones militares les da un aire de familia algo desagradable y, paradójicamente, termina por hacer que se confundan2."


En suma, hemos podido constatar que Sildavia y Borduria, cuando Tintín las atraviesa en El cetro de Ottokar y en El asunto Tornasol, se querían el espejo de dos épocas atormentadas, ilustrando el primer episodio un Anschluss fallido y el segundo la guerra fría. Hergé se ha servido de estos países ficticios para ilustrar la actualidad europea.


2. La metáfora latinoamericana: San Theodoros


Tintín visita dos veces San Theodoros, primer país ficticio creado por Hergé, interviniendo en ambas ocasiones en los asuntos internos del país. A través de este "concentrado" de América latina, Hergé ilustra primero la guerra del Chaco en La oreja rota, y después la situación social, económica y política en América latina durante los años sesenta y setenta en Tintín y los "pícaros". Una vez más, esta "metáfora latinoamericana" nos impone un segundo nivel de lectura fuertemente impregnado de actualidad.


A través de la lectura de la revista Le Crapouillot conoció Hergé la guerra del Chaco, un conflicto que pasó casi desapercibido en Europa y que enfrentó a Bolivia y Paraguay entre 1932 y 1935. El objeto del litigio era el territorio del Gran Chaco, que se suponía rico en yacimientos de petróleo. Sobre el papel, el pretexto era la pretensión boliviana de tener un puerto en el río Paraguay para ganar así un acceso al mar, pero la realidad subyacente era la lucha de intereses petroleros: la Standard Oil, norteamericana, que explotaba yacimientos en Bolivia, quería evitar la posible expansión de la Royal Dutch Shell, empresa angloholandesa instalada en Paraguay. Por ello los Estados Unidos procuraban ayuda militar y financiera a Bolivia mientras que Gran Bretaña apoyaba a Paraguay. Las hostilidades comenzaron en junio de 1932, y no cesaron hasta la concertación de un protocolo de paz el 12 de junio de 1935. En 1938 se firmó un tratado de paz y amistad en virtud del cual Paraguay ganaba 120.000 kilómetros cuadrados de territorio. El precio que hubo que pagar en vidas humanas fue alto: en números redondos, se contaron 65.000 bajas del lado boliviano y 35.000 del paraguayo.

Indignado por este conflicto, Hergé decide transponerlo en La oreja rota, episodio que se publica entre 1935 y 1937. En él se pueden advertir numerosas coincidencias con la situación real, comenzando por la toponimia: el Gran Chaco se convierte en el Gran Chapo; la capital de San Theodoros, Los Dópicos, se aproxima a La Paz, capital de Bolivia, mientras que Sanfación, capital de Nuevo Rico, recuerda a Asunción, en Paraguay. Además, el nombre del libertador de San Theodoros, el general Olivaro (véase anexo 3a), no puede sino traer a la mente los de Bolívar y Bolivia. Por otra parte, la Standard Oil norteamericana se convierte en la "General American Oil", y la angloholandesa Royal Dutch Shell en la "Compañía Inglesa de Petróleos Sudamericanos". Finalmente, los paisajes que se perciben en la huida de Tintín hacia Nuevo Rico coinciden bastante con los que se encuentran entre La Paz y Asunción. Por decirlo brevemente, la mayor parte de los elementos de la realidad están presentes sin apenas disimulo. Una vez más está claro que Hergé utiliza acontecimientos reales para que sirvan de trama a su relato, sin convertirlos en tema principal.

Además de la guerra del Chaco, en La oreja rota encontramos un personaje real que está frecuentemente en el candelero en la época de este relato: Basil Zaharoff. Comerciante de armas, propietario de la Vickers Armstrong, poseedor de una fortuna colosal, condecorado con la legión de honor en Francia y baronet en Inglaterra, es a menudo objeto de atención en los artículos de Le Crapouillot. Haciendo un habilísimo uso de comisiones y sobornos, desarrolla también el procedimiento de la "doble venta", esto es, la venta del mismo material de guerra a los dos beligerantes. Adquiere medios de comunicación para influir en la opinión pública; propone "facilidades de pago" que hunden a los países en la deuda. Se le encuentra además a menudo implicado en los tejemanejes de las compañías petroleras, sobre todo en Oriente Medio. En La oreja rota, Zaharoff se convierte en "Mazaroff" (versión en blanco y negro) o "Bazaroff" (versión en color). Hergé hace de él una caricatura fácilmente reconocible: con el mismo sombrero y bastón característicos, la similitud de los dibujos con algunas fotografías que utiliza como fuente (véase anexo 3b-c). es notable. Incluso la Vickers Armstrong está representada en la "Viking Arms Co. Limited", siendo idénticos sus procedimientos comerciales: cada gobierno compra seis docenas de "75 T.R.G.P." con "facilidades de pago". Igual que Zaharoff, Bazaroff pretende conformar la opinión pública a través de los periódicos, tanto en San Theodoros como en Nuevo Rico. Como afirma Frédéric Soumois:
De Zaharoff, Hergé lo ha denunciado todo: el procedimiento de la "doble venta", la entrega de comisiones o el asesinato de los incorruptibles, la utilización de los periódicos como agentes de opinión e incluso el recurso a las "facilidades de pago" que precipitan a un país a un infernal círculo vicioso financiero3.
En definitiva, aunque Zaharoff no haya estado implicado en la guerra del Chaco, la utilización de este personaje real en un decorado ficticio inspirado por la realidad tiene como consecuencia dotar de mayor credibilidad a esa ficción.


Después de su movida aventura de los años treinta, Tintín no vuelve a San Theodoros hasta 1976, en Tintín y los "pícaros". Como el resto del planeta, América latina ha sufrido transtornos profundos. A partir de 1960 la situación ha sido a menudo difícil. En el terreno social son muchas todavía las carencias: la desigualdad de los salarios, el desarrollo creciente del chabolismo, el hambre, la malnutrición, la explosión demográfica, las epidemias, la mortalidad infantil, la escasez de medicamentos, el analfabetismo, son problemas a los que los gobiernos deben hacer frente si es que no los quieren ignorar. La economía de estos países pasa por serias dificultades: las materias primas siguen constituyendo la mayor parte de las exportaciones; la dependencia con respecto a Estados Unidos es muy fuerte y la época de las "repúblicas bananeras" no se ha superado; el P.I.B. de la mayoría de los países latinoamericanos es muy bajo, y la inflación galopante. La situación política sigue siendo tensa. Hasta 1959, la hegemonía estadounidense sobre Iberoamérica es casi total. Sin embargo, a partir de 1953, Fidel Castro y Ernesto "Che" Guevara encabezan en Cuba un movimiento guerrillero contra el gobierno de Batista que acaba triunfando en 1959. La posterior ruptura con los Estados Unidos llevará al conflicto de Bahía de Cochinos en 1961 y a la crisis de los misiles en 1962. En los años siguientes, la guerrilla castrista se extenderá a otros países de América latina. Esa circunstancia condiciona la actitud del gobierno de Estados Unidos, que no condena los golpes de Estado militares por considerarlos preferibles a una eventual toma del poder por parte de los comunistas, y que recurre incluso a la intervención directa en la República Dominicana en 1965. Sin embargo, en los años anteriores a 1973 los norteamericanos se desentienden un tanto de sus vecinos del sur para poder concentrarse en Vietnam, y eso permite la emergencia de regímenes progresistas: es el caso del instaurado por Allende en Chile en 1970. Los militares quiebran rápidamente esta tendencia, a menudo con el apoyo de Estados Unidos y la ayuda de la CIA. En suma, América latina es una región convulsa durante los años precedentes a la creación de Tintín y los "pícaros".

Aunque no se publicara hasta 1976, Hergé comenzó a pensar en esa historia en 1962. Durante esos casi quince años San Theodoros sigue jugando en la mente de Hergé el papel de "concentrado" de América latina. En lugar de ilustrar una dictadura de derechas sostenida por Estados Unidos y en lucha contra una guerrilla comunista, Hergé invierte los términos: la dictadura de Tapioca, apoyada por la Borduria de Plekszy-Gladz, cuya filiación comunista comprobamos en el apartado anterior, lucha contra la guerrilla de Alcázar, financiada por la "International Banana Company", detalle este último que claramente remite a la situación de las "repúblicas bananeras" dependientes de Estados Unidos. Hay elementos del escenario que son también dignos de señalarse: Tapiocápolis, una ciudad moderna diseñada a imagen de Brasilia, aparece rodeada de los mismos suburbios de chabolas (véase anexo 4)que abrazan a tantas grandes ciudades latinoamericanas. Hergé consigue, en suma, sintetizar una multiplicidad de elementos de actualidad en el seno de su narración sin hacer más complicada su comprensión. Como en El asunto Tornasol, la opinión de Hergé parece en todo caso más matizada: "A los "Viva Tapioca" les han sucedido los "Viva Alcázar" en una Tapiocápolis rebautizada como Alcazarópolis. Los "tics" autoritarios son los mismos, anunciando la permanencia de un poder dictatorial y teledirigido por multinacionales interpuestas4."


Podemos ciertamente concluir que San Theodoros representa una determinada realidad histórica en cada uno de los dos viajes que llevan allí a Tintín, sea la guerra del Chaco en 1935-37, sea la situación general latinoamericana durante las décadas de los sesenta y setenta en 1976. Aunque la transposición sea caricaturesca para ser funcional al relato, no es menos cierto que Hergé reproduce escrupulosamente muchos aspectos de esas realidades.


3. Las alusiones directas


Hergé no utiliza sólo países ficticios para ilustrar la actualidad internacional. No duda en implicar a Tintín en los asuntos propios de países bien reales, en situaciones reales o fuertemente inspiradas por la realidad. Eso es así ya en la primera aventura de Tintín, Tintín en el país de los soviets, en la que visita la Rusia comunista. En El loto azul nuestro personaje se encuentra en medio de la invasión japonesa de Manchuria, apenas maquillada. En Tintín en el país del oro negro asistimos a sus peripecias en Palestina en tiempos de la dominación británica.


A lo largo de su primer viaje al País de los soviets, lo que descubre Tintín es un país mal conocido y sobre todo inquietante para muchos occidentales. A partir de la Revolución de Octubre, en 1917, los comunistas se han instalado en el poder. La guerra civil entre "rojos" (comunistas) y "blancos" (zaristas, liberales y demás) desgarra el país hasta el triunfo definitivo de los rojos en 1920. Lenin impone el "comunismo de guerra", y la Tcheka (policía política) hace que reine el terror. Pese a la victoria la situación es catastrófica: la hambruna del invierno de 1921-22 provoca ocho millones de víctimas; las epidemias asolan el país; la producción agrícola es insuficiente y la economía ha quedado arrasada; millones de niños son abandonados. Lenin lanza entonces la Nueva Política Económica (NPE), que suprime las confiscaciones obligatorias, liberaliza el comercio interior y desnacionaliza la pequeña industria, e impulsa una campaña de alfabetización masiva. En 1922 crea la URSS. En 1924, a la muerte de Lenin, Stalin toma el poder y asiste al éxtio de la NEP, cuyos primeros beneficiarios son los kulaks (clase media campesina). En 1928 se adopta el primer plan quinquenal: se pretende un desarrollo industrial acelerado y se colectivizan las tierras. Esta última medida, impuesta por la GPU (policía política desde 1922) ataca a los kulaks, deportados por centenares de miles a Siberia. La represión entraña una importante disminución de la producción agrícola y coloca a la URSS una vez más al borde del hambre. En dos palabras, el país que Tintín visita está en crisis.

Mientras tanto, no sólo en Bélgica, sino en Occidente en general, reina un clima de miedo intenso hacia los "bolcheviques". El periódico donde trabaja Hergé, Le XXe siècle, es católico, de extrema derecha y fuertemente antibolchevique. Su director, el abate Wallez, pide a Hergé que envíe a su nuevo personaje a Rusia para "informar" a los jóvenes lectores. Hergé se documenta acudiendo a Moscou sans voiles (Moscú sin velos), un libro publicado por un antiguo cónsul belga, anticomunista declarado, y del que toma escenas enteras. En este sentido, Tintín en el país de los soviets no hace más que reflejar la realidad de su época. Hergé se sirve de Moscou sans voiles para denunciar los decorados que simulan fábricas en un remedo de industrialización masiva, las detenciones arbitrarias de la GPU, las elecciones amañadas con lista única y celebradas bajo coacción (véase anexo 5a), la tortura en las cárceles, el vertedero en el que se ha convertido Moscú (véase anexo 5b), el abandono de niños, la persecución de los kulaks, la existencia de una guarida secreta donde Lenin, Trotski y Stalin han amontonado los "tesoros robados al pueblo", la constitución de reservas que atestigüen la riqueza de Rusia, así como sus intenciones terroristas con respecto al resto de Europa. No hace falta decir que no todos estos elementos responden a la verdad, pero lo cierto es que su presencia nos ilustra mucho acerca de las creencias populares relativas a la URSS en esta época. Esa particular representación de Rusia es precisamente la actualidad a la que Hergé se mantiene fiel. Como manifestara en conversación con Jacques Chancel:
- Pienso que el mío no era un caso único; creo que todo el mundo en esa época era en principio anticomunista, o más bien, más exactamente en el caso de Le XXe siècle, antibolchevique, "el hombre con el cuchillo entre los dientes".
- Era 1929.
- Estábamos en 1929, no lo olvidemos5.


Cinco años más tarde, Tintín viaja de nuevo, esta vez rumbo a China. El país es víctima por entonces del imperialismo japonés, que conoce un inquietante ascenso desde 1900. El proceso de modernización que ha emprendido el Japón con el fin de equipararse a las potencias occidentales, y su triunfo en la guerra chino-japonesa en Corea (1894-95) le han dado ya un ascendiente considerable sobre el continente, que aumentará aún más tras su aplastante victoria en la guerra ruso-japonesa de 1904-05. Desde ese momento se hace indiscutible su hegemonía en Corea, que Japón anexiona en 1910. En 1914, al entrar en guerra contra Alemania, se adueña de sus posesiones en China y en el Pacífico. Al año siguiente Japón somete sus "Veintiuna Reclamaciones" a China, que se ve obligada a ceder y a soportar a partir de entonces un mayor control japonés. Dentro del país se asiste a un ascenso del militarismo en los años veinte y treinta. El ejército está cada vez mejor equipado, los militares tienen un creciente poder político y los asesinatos y atentados se multiplican. Japón se aproxima a los regímenes fascistas y abriga pretensiones expansionistas sobre toda Asia, especialmente sobre Manchuria. Durante los años 1927 y 1928 intervienen militarmente hasta tres veces en ese territorio para proteger a los ciudadanos japoneses e impedir la extensión de la guerra civil china. Sin embargo, a pesar de las presiones del ejército, no existe oficialmente ocupación. Así están las cosas cuando, en la noche del 17 al 18 de septiembre de 1931, los japoneses perpetran un atentado en la línea de ferrocarril Mukden-Tientsin. Se atribuye a bandidos chinos, lo que sirve de pretexto a la ocupación de la mayor parte de Manchuria. El año siguiente, el informe Lytton de la Sociedad de Naciones pide a Japón que se retire; Japón hace caso omiso del informe, reconoce la independencia de Manchukuo y abandona a renglón seguido la Sociedad de Naciones en 1933.

En El loto azul, que aparece en 1934-35, Hergé, indignado por estos acontecimientos, toma una postura claramente contraria a Japón y denuncia la ocupación de Manchuria. Para dar coherencia a su relato, desplaza el atentado a la línea Nankin-Tientsin (versión en blanco y negro) y luego a la Shanghai-Nankin (version en color), pero resume casi perfectamente el suceso en dos páginas: atentado de los japoneses, atribución a bandidos chinos, intervención militar y ocupación (véase anexo 6a). Además, al final del álbum, Hergé ilustra el pronunciamiento de la comisión Lytton (véase anexo 6b) y el abandono por parte de Japón de la Sociedad de Naciones. La única diferencia con la situación real reside en el hecho de que en el álbum, para posibilitar un final feliz, las tropas japonesas acaban retirándose. A propósito de tan inusitado realismo, Benoît Peeters considera que "todo lo que se dice sobre el conflicto es de una autenticidad tan rigurosa que se podría estudiar este periodo de la historia china utilizando como única fuente el libro de Hergé6." Además, ocultos en los ideogramas chinos que aparecen diseminados por todo el álbum, se encuentran mensajes tales como "Abolir los tratados desiguales", "Abajo el imperialismo" y "Abajo los productos japoneses" (véase anexo 6c). En otro orden de ideas, hay que añadir que en la época la prensa occidental se hace portavoz incondicional del Japón. La postura que adopta Hergé, favorable a la causa china, aparece así como opuesta a la actitud oficial. Más aún: no duda en atacar a los occidentales y a las concesiones internacionales que esquilman China. Todo esto hace, en suma, que El Loto azul sea el álbum de Hergé más claramente ligado a la actualidad de su época.


Viajero infatigable, Tintín llega a Palestina, por entonces bajo mandato británico, en el transcurso de Tintín en el país del oro negro, en 1939. En vísperas de la guerra, esta región está considerada como una zona "caliente", en razón del tenso clima que allí reina desde hace años. El sionismo, movimiento que propugna la creación de un Estado judío en Palestina, nace a fines del siglo XIX, y comienza la inmigración. Después de la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña obtiene un mandato sobre Palestina y, conforme a la Declaración Balfour, favorece allí "la instauración de un hogar nacional judío". La inmigración judía se intensifica y se producen los primeros conflictos con la mayoría árabe. La organización armada "Hagannah" se crea en esta época con el propósito de defender a los judíos. Son numerosas las fricciones con las autoridades británicas que quieren limitar la inmigración; tienen lugar también violentos enfrentamientos con los árabes. En 1939, el "Libro Blanco" del gobierno británico limita la minoría judía al 30% de la población. A pesar de ello, durante la Segunda Guerra Mundial resulta imposible evitar la inmigración clandestina, en continuo crecimiento debido a los intentos de salvar a los judíos de los campos nazis. Además, la organización "Hagannah" interviene al lado de los aliados. Después de la guerra la inmigración clandestina continúa y el asunto del "Exodo" tiene mucho eco. Durante ese tiempo prosiguen los enfrentamientos entre británicos, árabes y judíos, tanto los de "Hagannah" como los adscritos a los grupos terroristas Irgún y Stern. En 1947 la ONU aconseja la partición de Palestina, poniendo fin al mandato británico el 14 de mayo de 1948. Israel declara entonces su independencia y comienza la primera guerra árabe-israelí. Más que nunca, la región es una de las más explosivas del globo.

Tintín en el país del oro negro ha conocido tres versiones diferentes, y el modo en el que se presenta Palestina es distinto en cada una de ellas. La primera versión, comenzada en 1939, no se terminará nunca: el 10 de mayo de 1940 la invasión de Bélgica por parte de los alemanes interrumpe su publicación. El relato, imbuido del clima bélico reinante, se desarrolla casi enteramente en Palestina. La ciudad a la que llega Tintín, Caïffa, evoca evidentemente a Haifa, puerto importante y centro principal de la inmigración clandestina. Soldados británicos registran el barco y arrestan a Tintín, que es raptado a continuación por un grupo judío; son luego los árabes, cuyo campamento buscan los británicos, quienes a su vez lo raptan. La historia se interrumpe poco después y Hergé no la reemprende hasta 1948, lo que dará lugar a la segunda versión. Ésta, la primera completa y publicada, conserva la mayor parte de los elementos de la anterior, mejorando la precisión de los detalles: Caïffa vuelve a ser Haifa (véase anexo 7a), se especifica que el guardacostas británico es "de la Navy", y los judíos son ahora identificados como miembros del grupo terrorista Irgún (véase anexo 7b). Pero hay también diferencias: el asunto se desplaza del conflicto árabe-israelí a la lucha de dos grandes compañías, la "Arabex" inglesa y la "Skoil", visiblemente alemana, por el predominio en la explotación de los pozos petrolíferos del Khemed. De hecho, Palestina no es más que una puerta de entrada. Finalmente, en 1971, a petición de sus editores ingleses que encuentran las referencias demasiado datadas, Hergé reelabora el álbum para producir la tercera versión, la que se encuentra hoy en las estanterías: elimina todas las referencias a los británicos y Tintín llega directamente al Khemed. En todo caso, y aunque la segunda versión no esté ya disponible, a Tintín en el país del oro negro se le dotó de un contenido fuertemente impregnado de actualidad internacional, contenido que sigue a pesar de todo formando parte de Las Aventuras de Tintín. Del curioso destino de este álbum, Frédéric Soumois extrae el análisis siguiente:
Estas tres versiones simbolizan las tres grandes etapas de la creación hergeana: a un periodo de preguerra en el que fuertes denuncias son apenas disimuladas, sucede un periodo de postguerra en el que relatos más conformistas pueden permitirse el lujo de comenzar en la realidad para luego situarse en una completa utopía carente de referencias. El tercer periodo responde a una acentuación, que llega hasta el perfeccionismo, de la preocupación por la autenticidad del detalle, del respeto al documento como verismo que, paradójicamente, lleva a Hergé a extender la creación de la utopía al conjunto del relato y no solamente a su desarrollo, a hacer partir el cohete lunar de Sildavia y no de Estados Unidos o de la URSS, a reutilizar San Theodoros para los Pícaros o incluso a prescindir del exotismo del viaje en las Joyas7.
A estos tres periodos se pueden asociar todos los álbumes que hemos estudiado. Los Soviets, El loto azul, La oreja rota y El cetro de Ottokar al primero, el Oro negro (segunda versión) al segundo y El asunto Tornasol y los Pícaros al último.


Después de todo ello resulta claro que Hergé, con resultados excelentes, ha hecho alusiones directas a la actualidad internacional en los tres álbumes analizados: Rusia comunista en los Soviets, invasión japonesa de Manchuria en El loto azul y Palestina bajo mandato británico en el Oro negro. Aunque algunos retazos de actualidad hayan podido deslizarse en los otros álbumes, es en esos tres donde está más presente.


CONCLUSIÓN


El resultado de nuestro análisis es patente: Hergé ha abordado con éxito apreciable la actualidad internacional en Las Aventuras de Tintín. Hemos podido ver, primeramente, que ilustra el Anschluss y la guerra fría a través de la oposición entre Sildavia y Borduria. Acudiendo al mismo procedimiento de la metáfora geopolítica, hace uso de San Theodoros para representar primero, con Nuevo Rico, la guerra del Chaco, y para ilustrar luego la situación general de América latina durante los años sesenta y setenta. Por último, Hergé hace directa referencia a tres situaciones políticas diversas, que son el comunismo en Rusia, la invasión japonesa de Manchuria y las tribulaciones de Palestina bajo mandato británico. Lejos de tratarse de vagos elementos aislados, estas alusiones a la actualidad internacional constituyen a menudo el fundamento mismo de varios de los relatos. Podemos entonces confirmar nuestra hipótesis fuera de toda duda posible.

Lo que no sabemos es cómo perciben los lectores, diseminados por el mundo entero, esta presencia de la actualidad internacional en Las Aventuras de Tintín. Sin duda podrán observarse considerables diferencias en la percepción según el lector forme parte de uno u otro grupo de edad, o según pertenezca a una u otra cultura. Por poner un ejemplo, ¿cómo interpretará un niño que no sabe aún nada de historia el contexto en el que se sitúa El cetro de Ottokar? Ciertamente se trata de un aspecto de la cuestión que sería interesante abordar en el futuro.

En todo caso, las fenomenales ventas de los álbumes de Tintín demuestran bien a las claras que las alusiones a la actualidad internacional no afectan en absoluto a la popularidad de la serie. Aunque los acontecimientos hayan sido vistos a través de los ojos de un belga, esas alusiones han permitido a Hergé abrir su héroe al mundo y hacerle viajar por todo el planeta. A ellas se debe en gran medida el que Tintín haya adquirido el carácter universal que justifica hoy día su éxito. Un lector de Tintín, poco importa cuál sea su nacionalidad, su lengua o su religión, siempre podrá encontrar en sus aventuras una parte de sí mismo.




Anexo I

Viñetas de El cetro de Ottokar8


Anexo 1a
a) p. 40, viñeta B1 - Similitud con los uniformes SS. [Trad. de la edición española: "¡Tened cuidado, señor! Este es el joven anarquista que trató de..."]


Anexo 1b
b) p. 55, viñeta C2 - Criptograma que recuerda a la esvástica.




Anexo II

Viñetas de El asunto Tornasol9


Anexo 2a
a) p. 46, viñeta D3 - Culto a la figura de Plekszy-Gladz. [Trad. de la edición española: "¿Diga? Aquí la policía del aeropuerto... Amaïh Plekszy-Gladz... ¿El avión de Ginebra? Acaba de llegar... ¿Cómo? ¿Qué nombres...?"]


Anexo 2b
b) p. 47, viñeta C3 - Arquitectura del realismo socialista. [Trad. de la edición española: "Diez minutos después..." "Y ésta es la plaza de Plekszy-Gladz, con el palacio del Gobierno. Su hotel está a dos pasos..."]




Anexo III

Viñetas de La oreja rota10
Fotografía de Basil Zaharoff11


Anexo 3a
a) p. 30, viñeta B2 - El general Olivaro. [Trad. de la edición española: "¡La justicia ha sido hecha!" "AL GENERAL OLIVARO LIBERTADOR DE SAN TEODORO"]

Anexo 3bAnexo 3c
b) p. 33, viñetas D4 y D5 - Basil Zaharoff.c) Basil Zaharoff



Anexo IV

Viñetas de Tintín y los "pícaros"12


Anexo 4
p. 11, viñetas D1 y D2 - Capital moderna y barrio de chabolas. [Trad. de la edición española: "Señoras y señores, dentro de pocos momentos tomaremos tierra en Tapiocápolis. Les rogamos se abrochen los cinturones y dejen de fumar..." "Profesor, átese bien el cinturón". "¿Por qué me pide perdón?"]




Anexo V

Viñetas de Tintín en el país de los soviets13


Anexo 5a
a) p. 32, viñeta B1 - Elecciones amañadas. [Trad. de la edición española: "¡Los que se opongan a esta lista que levanten la mano!... ¿Quién se declara contrario a esta lista?"]


Anexo 5b
b) p. 74, viñeta A1 - Moscú convertido en un vertedero. [Trad. de la edición española: "De la ciudad tan maravillosa que era Moscú, mira lo que han hecho los soviets: ¡un nido de porquería!"]




Anexo VI

Viñetas de El loto azul14

Anexo 6aAnexo 6b
a) p. 22, viñeta E1 - Ocupación japonesa.b) p. 60, viñeta B1 - Comisión Lytton. [Trad. de la edición española: "Las conclusiones de la Sub-comisión investigadora son formales. Los documentos incautados en Shanghai demuestran de manera irrefutable que el atentado de la línea del ferrocarril de Shanghai a Nanking ha sido preparado y cometido por un súbdito japonés que actuaba a cuenta de su gobierno."]


Anexo 6c
c) p. 9, viñeta A3 - En el letrero: "Abajo los productos japoneses". [Trad. de la edición española: "¡Mala pata!... ¡Fallé...!" (En la edición española los caracteres chinos han sido modificados)]




Anexo VII

Viñetas de Tintín en el país del oro negro15


Anexo 7a
a) p. 14, viñeta B2 - Haifa y la Navy. [Trad. de la edición española: "Quince días después...". "Mira Haifa". "Sí, y viene una motora de la Navy hacia nosotros..."]


Anexo 7b
b) p. 17, viñeta B2 - Miembros del Irgún. [Trad. de la edición española: "¿Oiga...? ¿Comandante Thorpe? Aquí el teniente Edwards... Una patrulla ha capturado el auto y sus ocupantes. Tres judíos del "Irgoun""]




NOTAS


1Benoît Peeters. Le monde d'Hergé, 2e édition, Tournai, Casterman, 1990, p. 100.

2Frédéric Soumois. Dossier Tintin, Bruxelles, Jacques Antoine, 1987, p. 248.

3Ibid., p. 117.

4Ibid., p. 296.

5Jacques Chancel. Radioscopie, Hergé, s. i., Radio-France, 1979, 4:30 min.

6Peeters. p. 48.

7Soumois. p. 215.

8Hergé. Le Sceptre d'Ottokar, Tournai, Casterman, 1975, (Les aventures de Tintin), p. 40, 55.

9Id., L'Affaire Tournesol, Tournai, Casterman, 1984, (Les aventures de Tintin), p. 46-47.

10Id., L'Oreille cassée, Tournai, Casterman, 1979, (Les aventures de Tintin), p. 30, 33.

11Soumois. p. 116 tiré de: Richard Lewinsohn. Zaharoff, l'Européen mystérieux, Paris, Payot, 1930, p. 160.

12Hergé. Tintin et les Picaros, Tournai, Casterman, 1976, (Les aventures de Tintin), p. 11.

13Id., Tintin au pays des Soviets, Tournai, Casterman, 1981, (Les aventures de Tintin), p. 32, 74.

14Id., Le Lotus bleu, Tournai, Casterman, 1974, (Les aventures de Tintin), p. 9, 22, 60.

15Id., Au pays de l'or noir, Tournai, Casterman, 1963, (Les aventures de Tintin), p. 14, 17.




BIBLIOGRAFÍA


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APOSTOLIDÈS, Jean-Marie. « Anatomie d'un succès: LES AVENTURES DE TINTIN », Liberté, no. 154 (août 1984), p. 11-24

BAREIRO-SAGUIER, Rubén. Le Paraguay, Paris, Bordas, 1972, (Bordas Études), 128 p.

BARRAL, Pierre. Il y a trente ans la guerre froide, Paris, Éditions Armand Colin, 1984, 248 p.

BERNSTEIN, Serge et Pierre MILZA. L'Allemagne 1870-1987, Paris, Masson, 1988, (Un siècle d'histoire), 254 p.

CHANCEL, Jacques. Radioscopie, Hergé, Radio-France, 1979, cassette audio 60 min., français

COMAY, Jean. Israël, naissance d'une nation, Paris, Fernand Nathan, 1968, 160 p.

ELLEINSTEIN, Jean, et al. Histoire de l'U.R.S.S., Paris, Larousse, 1977, (Encyclopoche Larousse), 256 p.

GODDIN, Philippe. Hergé et les Bigotudos, Tournai, Casterman, 1990, (Bibliothèque de Moulinsart), 288 p.
[Existe traducción española de Thomas Kauf, Hergé y los Bigotudos, Barcelona, Juventud, 1992, 287 p.]

HERGÉ. Au pays de l'or noir, Tournai, Casterman, 1963, (Les aventures de Tintin), 64 p.
[Trad. utilizada, Tintín en el país del oro negro, Barcelona, Juventud, 1965 y 1983 (Las aventuras de Tintín), 64 p.]

-------- Le Lotus bleu, Tournai, Casterman, 1974, (Les aventures de Tintin), 64 p.
[Trad. utilizada, El loto azul, Barcelona, Juventud, 1965 (Las aventuras de Tintín), 64 p.]

-------- Le Sceptre d'Ottokar, Tournai, Casterman, 1975, (Les aventures de Tintin), 64 p.
[Trad. utilizada, El cetro de Ottokar, Barcelona, Juventud, 1964 (Las aventuras de Tintín), 64 p.]

-------- Tintin et les Picaros, Tournai, Casterman, 1976, (Les aventures de Tintin), 64 p.
[Trad. de Concepción Zendrera, Tintín y los "pícaros", Barcelona, Juventud, 1980 (Las aventuras de Tintín), 64 p.]

-------- L'Oreille cassée, Tournai, Casterman, 1979, (Les aventures de Tintin), 64 p.
[Trad. utilizada, La oreja rota, Barcelona, Juventud, 1965 (Las aventuras de Tintín), 64 p.]

-------- Tintin au pays des Soviets, Tournai, Casterman, 1981, (Les aventures de Tintin), 64 p.
[Trad. de José Fernández, Tintín en el país de los soviets, Barcelona, Juventud, 1983 (Las aventuras de Tintín)]

-------- L'Affaire Tournesol, Tournai, Casterman, 1984, (Les aventures de Tintin), 64 p.
[Trad. utilizada, El asunto Tornasol, Barcelona, Juventud, 1965 (Las aventuras de Tintín), 64 p.]

PEETERS, Benoît. Le monde d'Hergé, 2e édition, Tournai, Casterman, 1990, (Bibliothèque de Moulinsart), 218 p.

RIADO, Pierre. L'Amérique latine de 1945 à nos jours, Paris, Masson, 1992, (Un siècle d'histoire), 410 p.

SADOUL, Numa. Entretiens avec Hergé, édition définitive, Tournai, Casterman, 1989, (Bibliothèque de Moulinsart), 256 p.
[Existe traducción española de Johanna Givanel de la edición en francés de 1983: Conversaciones con Hergé, Barcelona, Juventud, 1986, 141 p.]

SOUMOIS, Frédéric. Dossier Tintin, Bruxelles, Jacques Antoine, 1987, 316 p.

Le musée imaginaire de Tintin, Tournai, Casterman, 1980, 46 p.
[Trad. de Johanna Givanel, El museo imaginario de Tintín, Barcelona, Juventud, 1982, 46 p.]

L'oeuvre intégrale d'Hergé, s. i., Rombaldi Éditeur, 1985, 13 vol.


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